EL FANTASMA ENAMORADO

El fantasma enamorado

El fantasma enamorado,

Se asoma a su ventana,

Mirando los rincones,

De su casa encantada.

Perfumando el ambiente,

Para cuando ella se levantara,

Durante la noche aguardando,

Para que nada le molestara.

Se moría por sus besos,

Con su alma la acariciaba,

Posando con ternura,

Recostado en su almohada.

Sus cuerpos nunca contactaron,

Tampoco sus miradas se encontraron,

Sus almas volaron sedientas,

Para acariciarse a la luz de sus magias.

Probaron y saciaron sus deseos,

Con sus fantasías y pensamientos,

Procreando un mundo de sueño,

Donde tal vez un día se encontraran.

Manuel Núñez Amador